martes, 24 de junio de 2014

Y puede que la luna ya no amanezca sola.


Porque solo necesito
tus besos en mis brazos,

porque ya solo recuerdo
el calor de tus abrazos,

porque todo ha cambiado
ya nada es lo mismo,

me pierdo en los versos
de aquel triste domingo.



Y pasarán los días,
y aumentarán las horas,

y puede que la luna
ya no amanezca sola,

las lágrimas saladas
empañan mis mejillas,

y aún echo de menos
las dulces caricias.



Y todos aquellos sueños
se tornaron pesadillas,

despertar cada mañana
recordando aquellos días;

y poco a poco entiendes
que te alejan de sus vidas,

te apartan del camino
y no encuentras la salida.



Tal vez ya sea hora,
de escribir un final,

y todas las historias
siempre acaban mal,

por mucho que te esfuerces,
el pasado volverá,

su gélida mirada
tu alma destruirá.



El frío del invierno no volverá,

nada será igual,
ya nunca más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario