sábado, 11 de octubre de 2014

Despedida.

Quizás salga todo bien,
o quizás volvamos a estar en el fondo.

Es irónico que siga esperando
que vuelvas,
si en realidad nunca has estado,
solo eran ilusiones mías,
tal vez te he necesitado mucho,
para lo poco que has pensado en mí.

Y sabías que daría todo por ti,
por poder ver una de tus sonrisas
al despertar,
por dejar de ver el hueco vacío
de mi cama,
por sentir tus caricias
nada más abrir los ojos.

Ahora sé que nada de eso pasará,
que este cuento no es nada feliz,
que yo me paso el día jodida
esperando una llamada tuya,
mientras tú me vas olvidando.

Y no quiero darme cuenta de ello,
asumir que no estarás más,
que los días se volverán simples horas,
y las noches costarán más sin ti,
que mis sueños se convertirán
en pesadillas,
pero tú seguirás apareciendo en ellas.

Te sigo escribiendo,
como si fueras a leerme,
pero eso no es posible,
estás demasiado lejos como para apreciar
mi dolor,
aquel que tú me provocaste.

                                      Por eso, adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario