sábado, 25 de octubre de 2014

Me apeteces a estas horas de la noche.

Me apeteces,
es lo único que se me ocurre
a estas horas de la noche,
pensar en ti;
y no creo que sea bueno,
por lo menos para mí,
porque al escribir esto una lágrima
desciende por mi mejilla,
y otra,
y así hasta que me quedo sin fuerzas
para llorar más.

Ya no hay más lágrimas,
sólo ese vacío interior
que cuesta ser llenado.
Y dime,
¿cómo salgo de esto?
Ven y ayúdame,
pero no me oyes,
estás demasiado lejos
como para salvarme de todo,
de ti.

No importa nada
supongo,
dices que tienes miedo
de hacerme daño,
pero cada día me veo más rota
por tu culpa.
¿Tienes miedo de juntar estos pedazos, verdad?
Aléjate de mí entonces,
pero no vuelvas,
aquí ya no te quedará nada,
será como si no hubieras existido.

Estos versos son tuyos,
guárdalos bien,
mis últimas lágrimas que derramaré por ti,
están dentro de ellos.


10 comentarios:

  1. Que te puedo decir? Me encanta tu blog, el cómo escribes, tienes un don magnífico; sé que sonará loco. Pero tengo tantas ganas de escribir una novela y sinceramente no soy muy buena escribiendo pero quiero hacerla y pues me gustaría que me ayudaras, qué dices? Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, muchísimas gracias de verdad. Me alegro de que te guste lo que escribo. Y claro, dime lo que sea y yo trato de ayudarte.

      Eliminar
  2. Muchísimas gracias a ti!! Pues la verdad no sé por donde contarte mi 'historia' por así decirlo. Te lo cuento por aquí?

    ResponderEliminar
  3. Disculpa mi ignorancia pero no sé que es md�� Te refieres al twitter?

    ResponderEliminar
  4. Dirás que soy torpe, pero tendrías que seguirme para hablarte por mensaje directo, me equivocó?

    ResponderEliminar