lunes, 3 de noviembre de 2014

¿Ángel o demonio?


Dicen que el tiempo todo lo cura, que con el paso de los días, las heridas que parecen no curarse, sanan por completo. Aunque te ves a ti misma, llena de cicatrices, rota por el dolor que no has conseguido alejar y piensas: '¿De verdad esta vez va a ser la definitiva?'. Y luego resulta que la vida vuelve a jugártela, que el daño que está hecho no se borra, sí, puede aliviarse, pero los rotos no vuelven a estar cosidos de la misma forma.

Como esas veces que pasas página para intentar borrar los recuerdos del capítulo anterior que parecen no salir de tu cabeza, pero queda esa página marcada que te hace pensar una y otra vez en el significado de la frase que aparece subrayada. Igual que la marca del corazón, aquella huella que queda cuando una persona importante entra en tu vida y la pone patas arriba, y sabes que a partir de ese momento todo cambia.

No hay alegría sin tristeza, no puede existir el bien si el mal no está presente. Todos somos a la vez un poco ángeles y un poco demonios, sólo que a veces todo ese sufrimiento por el que hemos pasado hace tender la balanza hacia un lado u otro. 

-Déjame que te salve. -dice el ángel.

-No tengo salvación. -responde el demonio- En realidad, nadie la tiene.

A veces intentamos salvar a alguien, tratar de que no se hunda, pero, ¿y a nosotros quién nos salva? Quizás no podamos ser salvados, que una vez que aceptemos nuestro destino no podremos dar marcha atrás. De igual forma todos vamos a caer en algún momento.

'Nacemos solos y morimos solos, ¿no?'

6 comentarios:

  1. Dios *.*
    Que bonito e inspirador.
    Que bonita la metafora del angel y el demonio.
    Que manera de escribir.

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  2. madre mia, con este tipo de cosas te planteas mucho, gracias en serio

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  3. Tu escribes de una manera increíble,me fascina, te felicito.

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